Nuestra calificación: MUY BUENA
En el BAFICI versión 2018, una película sorprendió desde la sección más oscura del festival(aquella denominada nocturna) proveniente de Brasil. El film se llamaba Los buenos modales, una suerte de relectura licántropa de El Bebé de Rosemary con acento del mercosur. Un año después, A Sombra Do Pai, de Gabriela Amaral, rinde tributo a otro subgénero del terror, que en este caso es el de los muertos vivos. Pero lejos del gore zombie al cual la moda nos tiene acostumbrados -desde la interminable Walking Dead a las Guerras Mundiales Z-, A Sombra do Pai (La Sombra del Padre) apuesta por el terror psicológico anclado en lo que es, fundamentalmente, un drama familiar.
La historia está vista mayormente a través de los ojos de Dalva, una niña que ha perdido a su madre y ve cómo lentamente su padre comienza a alejarse también de ella fruto de la angustia, la culpa y una serie de problemas sociales. La película de Amaral sabe moverse entre géneros, y es por eso que no encuentra inconvenientes al mezclar el más amargo drama social (la crisis brasilera, encarnada en la industria de la construcción, sobrevuela toda la película) con el terror psicológico y hasta las leyendas de fantasmas y el voodo (o macumbas, como conocemos esas prácticas en el Sur).
A sombra do Pai no tiene un ritmo vertiginoso ni necesita de grandes despliegues para mantener la atención del espectador: su fuerte está en las interpretaciones de sus protagonistas, y las metáforas que rodean lo terrorífico, con homenaje a George Romero y Stephen King (a través de Cementerio de Animales, la de 1989, reivindicada aquí a través de devoción de la niña para estas historias) incluidos.
txt: Mariano Torres Negri