Sinopsis
Una revolución (mexicana) y una rebelión (brasileña) y sus consecuencias personales en las vidas de aquellos que participan de ellas.
Sobre su producción
La Revolución es una huida hacia adelante es parte de un proyecto audiovisual sobre los cines de América Latina. Se origina en diversos estudios de orden teórico de esos cines y en la constatación, lenta y progresiva, de una serie de figuras recurrentes, que vuelven en distintas películas sin que ellas mismas necesariamente se conozcan entre sí. Como si se tratara de formas que se transmiten, se preservan al comunicarse y vuelven modificadas en cada ocasión. En este punto, habría que decir que esas figuras están por fuera de la invención del autor; son formas que los trascienden y que pertenecen a los cines. La Revolución es una huida hacia adelante trabaja con una de esas figuras –vinculada a la revolución de los pueblos–, la vuelve sensible, por medio de los instrumentos propiamente audiovisuales. La figura es conceptual y en la imagen se vuelve sensible.
El corto fue producido en condiciones de completa independencia: sin recursos, con la “prepotencia” del trabajo (como decía un escritor argentino), sobre la base de dos películas (Dios y el diablo en la tierra del sol, de Glauber Rocha, y Reed, México insurgente, de Paul Leduc) que se pusieron en contacto visual, y que fueron cuidadosamente editadas e intervenidas.
Sobre LA REVOLUCIÓN ES UNA HUIDA HACIA ADELANTE
La revolución es una huida hacia adelante de Emilio Bernini ingresa en una pequeña genealogía de frases. Conecta a Marx con Benjamin (“dice Marx que las revoluciones son la locomotora de la historia universal. Pero tal vez se trate de algo completamente distinto. Tal vez sean las revoluciones el gesto por el que el género humano que viaja en ese tren echa mano del freno de emergencia”) y a Mallarmé con Michelet vía Jean-María Straub y Danielle Huillet, que comienzan su película filmada frente al monumento de los asesinados de la Comuna de París, Toda revolución es una tirada de dados (1977) –citando a Michelet–, antes de empezar una lectura colectiva de Una tirada de dados jamás abolirá el azar de Mallarmé frente a la placa que conmemora a los asesinados de la Comuna de París. Bernini se une a la genealogía citando a Sartre, y pensándolo con dos películas que se piensan poco juntas, de dos directores que se suelen conectar aún menos, pero que hicieron algunas de las películas fundamentales de la historia del cine latinoamericano, Dios y el diablo en la tierra del sol (1964) de Glauber Rocha y Reed, México insurgente (1970) de Paul Leduc. En un momento en el que el cine se concentró en el qué hacer, cómo hacer y qué ser de los pueblos, la película de Bernini encuentra dos reales huidas hacia adelante hasta casi perder el aliento y la vida. Se detiene en la obsesión por el movimiento extremo, en la velocidad y en la violencia de quien es capaz de dejarlo todo atrás. Mira, vuelve a mirar, detiene y disecciona. Incluso ata los paisajes que, aunque infinitamente distintos, tienen momentos en los que parecen ser el mismo, como si un hombre que corre pudiera correr de una película hacia la otra, de una revolución hacia otra, de un momento del cine latinoamericano a otro, muy sutilmente posterior uno del otro y, a la vez, ya muy distinto en todo el continente.
LUCÍA SALAS
Ficha técnica
CP Km111films
Dir Emilio Bernini
M Valentín Villaverde
BIO
Emilio Bernini dirige la revista Kilómetro 111. Ensayos sobre cine. Es Director de la Maestría en Cine Documental de la Universidad del Cine. Publicó Silvia Prieto, un film sin atributos; Una mutación silenciosa. Los años ochenta en el cine de América Latina; y Después del nuevo cine. Diez miradas en torno al cine argentino contemporáneo. Editó Ningún lugar a donde ir, de Jonas Mekas; tradujo y compiló los textos de Cine, arte del presente, de Serge Daney; y de Cine y Filosofía. Las entrevistas de Fata Morgana. Está por publicar La figura en el tapiz. Estudios sobre cine, audiovisual y literatura.