Sinopsis

Tres amigos ciegos muestran su relación con la ceguera y con la naturaleza en la ciudad de Mar del Plata. Pablo Martínez compite para el próximo mundial de surf adaptado. Alejandro entrena para ser alpinista. Micaela canta en un karaoke los fines de semana. El documental refleja la ceguera no como una discapacidad, sino como disparador de otros sentidos más ligados al tacto y la escucha.

Sobre su producción

El mar invisible es un documental que comenzó su etapa de investigación a comienzos del 2019. Conocí a Pablo Martínez a través de una noticia en el diario donde mostraba su entrenamiento para el próximo mundial de surf adaptado. Posteriormente, se sumaron Micaela Rosales y Alejandro Rodríguez. La película fue rodada durante tres años gracias al apoyo a las películas digitales otorgado por el INCAA y al programa de Mecenazgo, pero antes, la pandemia nos obligó a suspender el rodaje. Estos avatares de producción obligaron a modificar el guion y guiarse por otras premisas más flexibles. Al tratarse de un documental de observación, se priorizó lo que está ocurriendo en el presente y no algo preestablecido que fue escrito tiempo atrás. Así, vemos cómo las experiencias vividas van modificando a los protagonistas y el vínculo que ellos tienen con su entorno. El mar invisible busca el retrato de una vivencia única: tomar la ceguera en sus acontecimientos pequeños, su vida diaria, estableciendo un puente de unión entre el tacto y la escucha. A lo largo de estos tres años en que filmé en diferentes etapas, con un reducido equipo técnico que favoreció la intimidad con los retratados, sentí que el guion era un punto de partida pero que se modificó por las distintas circunstancias de producción, y también por los contrastes y situaciones que los protagonistas van desarrollando en su vida. Este material me parece mucho más rico, por su azar y la vivencia con lo cotidiano, y me permitió acercarme a “cierta verdad” que creo se ve reflejada en la película.

Sobre EL MAR INVISIBLE

¿Cómo se cuidan las cosas cuando no las vemos? El mar invisible ensaya algunas respuestas: removiendo las hojas secas de una planta, sacándole brillo a una campana, dedicando un par de minutos enteros para conversar con un desconocido mientras cruzás la calle y que ese tiempo te ayude a descubrir si esa persona te gusta. 

Cualquiera que haya estado cerca del mar sabe que no hace falta verlo para saber que está ahí, tal es su inmensidad. La película de Lucas Distéfano comienza con el horizonte fuera de foco del mar, y el sonido del viento y de las olas golpeando contra la orilla. Rápidamente escuchamos la voz de Pablo, el primero de nuestros protagonistas, que describe algunas de las cosas que recuerda antes de perder la visión. Cuando finalmente lo vemos, con los ojos cerrados, el horizonte toca sus orejas izquierda y derecha: abajo el mar, arriba el cielo, y justo en el medio ese borde que no se puede decir dónde empieza y dónde termina. Luego, El mar invisible avanza al encuentro de otros dos habitantes de Mar del Plata con ceguera que dedican su tiempo a las prácticas que les apasionan. Micaela estudia y enseña lenguaje de señas en paralelo a su carrera musical como cantante, y Alejandro se entrena para realizar una excursión de senderismo en la montaña. Esta película, de naturaleza ramificada, retrata a sus personajes con gracia y ternura a partir de la manera que cada uno encuentra para reírse del tirano culto a la visión, entrelazando todos los sentidos que involucran sus deseos.

Justo en una época en la que parece que no hay lugar para la espera y el silencio, El mar invisible nos demuestra que al tiempo hay que usarlo. Completar el recorrido de una superficie con el tacto conlleva necesariamente un tiempo más largo que al que nos tiene acostumbrados la razón visual, una lógica de lo instantáneo bajo la que se nos demanda entender más rápido, pensar más rápido, hablar más rápido. Pero se puede mostrar un dibujo guiando la mano que lo descubre, se pueden poner imágenes en las palabras, se puede llegar a la cima de una montaña y sentir las corrientes de viento a esa altura, un olor y una fuerza que nunca se habían sentido antes.

VERÓNICA BALDUZZI

Ficha técnica

CP Viento Cine
Dir P G M Lucas Distéfano
DF Diego Gachassin
C Lucas Distéfano, Diego Gachassin
DS Jerónomi Kohn
SD Leonardo Cauteruccio
Color Lucía Kesselman
E Pablo Martínez, Alejandro Rodríguez, Micaela Rosales

BIO

Lucas Distéfano es realizador cinematográfico y fotógrafo. Asistió a los talleres de realización dictados por José Martínez Suarez. Además de los subsidios otorgados a sus películas a través del INCAA, ha obtenido diversos premios del FNA, del Fondo de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y la beca para la residencia de artistas argentinos en la Antártida. Es realizador de las películas Crimen de las Salinas y Los hombres que sueñan con animales. Participó como guionista de los documentales Piedra Sola, Los peces también saltan, Ciclón fantasma y el largometraje de ficción Angelita la doctora.

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