Sinopsis
Los vestigios de dos personas perdidas en la vida que son, tanto Iván como Camila, dos seres que como manotazo de ahogado deciden conocerse para esquivar el tedio de la vida.
Sobre su producción
Este proyecto fue especial. Además de mi pasión arraigada al cine, la escritura siempre estuvo en mí, pero bajo el consejo de un amigo, Facundo, que admiro y es productor de la película, me incliné a escribir vivencias personales, tres momentos, reversionados dentro de una ficción que se concrete a través de esos recuerdos. Escribirlo fue un acto catártico porque fueron tres etapas distintas, y grabarlo era otra cosa. A pesar de que contábamos con la idea de ficcionar, tanto Ricardo y Sofía, los actores, se involucraron con mucha pasión y respeto, brindando espacios e ideas de improvisación para darles vida a estos personajes que construí.
Fue reconstruir retazos de vida y jugar con la ficción, con lo improvisado y a la vez pactado del cine. Fue un equipo pequeño: ellos dos (los actores), yo, una asistente de arte, que fue Daniela, y en sonido, Juan. Nos abalanzamos al guion con firmeza, porque encontrábamos humanidad o necesidad de ser, no fingido, y a la vez lo espontáneo de grabar en la calle.
Fueron pocas jornadas, pero dentro de ese salto, nos encontramos atravesando bagajes internos, recordando, soltando ideas del pasado, y creando con lo que podía aparecer. Era atrapar la vida, escribirla, y también recrearla; una yuxtaposición de sensaciones, que nos atravesó en esta pieza sensible.
Sobre EXTRACTO DE ADIÓS
El cine argentino tiene un problema con la cerveza. Siguiendo sus envases en pantalla se puede medir la (des)conexión de algunos realizadores con la realidad. No faltan las películas industriales que fantasean un país donde todo el mundo toma cerveza en coquetos porroncitos verdes, pero también películas independientes donde jóvenes trabajadores atravesando las malas toman de Heineken para arriba, o, para peor, que brindan en fiestas con vasitos de plástico rojo. En este punto, Extracto de adiós de Emanuel Brunella aporta algo notable: es la primera ficción donde los pibes toman Oslava, la flamante cerveza de Dia% embotellada en plástico. Con bastante seguridad, sus protagonistas son los primeros del cine nacional en escuchar un track cuando se abre la birra.
La escena en cuestión es una más dentro de la primera secuencia (de las tres en total) que compone la película: la cita. Pero todo empieza un poco antes, cuando Camila e Iván se encuentran en el banco de una plaza. Probablemente se conocieron por internet, pactaron la cita y ahora, juntos al fin, no saben qué decirse. Por eso, deciden caminar en silencio, ir al centro y pasear callados. Es la primera siembra de un amor que crece subterráneamente, entre lo no dicho o lo inentendible para nosotros; porque, en esencia, Extracto de adiós es una película sobre las vueltas misteriosas del idioma único que se gesta en la intimidad.
Las secuencias, la cita, el viaje y la noche (nombres provisorios que podrían ser otros), se construyen como cajas de resonancia donde laten los gestos de cariño crudo que le dan cuerpo a ese lenguaje. Brunella toma lo mejor de lo romántico, lo cursi y lo fascinado a fuerza de ir a fondo con su mejor arma: su propio sentido de urgencia; que se palpa en la cámara en movimiento que pelea con el foco para encontrar la mueca justa de los personajes; se siente en un montaje que acumula escenas sin miedo a ser redundante; y late en la torpeza de los cuerpos de quienes están aprendiendo a estar con un otro que los fulmina. Es la vitalidad contagiosa de un tipo de cine casero y amateur propulsado por el corazón.
¿No se puede hablar? Se calla, se camina. ¿No se puede caminar? Se hace lo necesario, lo que sea por estar en movimiento junto al otro. A contramano de la época, Extracto de adiós imagina la posibilidad de una vida puertas afuera, sintiendo, vagando, boludeando, viviendo secuencias y soñando más allá de los límites de uno mismo. Es un cine que se acerca a sus personajes, sus cosas y sus espacios, como arrojándose a atrapar una presa escurridiza, como si el amor de los jóvenes de esta época se dirimirera en lo que dura el sonido de un track.
TOMÁS GUARNACCIA
Ficha técnica
CP Celuloide Muerto
Dir G DF M Tomás Emanuel Brunella
P Facundo Schnaiderman, Ricardo Rivas
DS Juan Rouzek
DA V Daniela Iturre
E Sofia Pezzali, Ricardo Rivas.
BIO
Tomás Emanuel Brunella, nacido en la ciudad de Miramar, es un realizador y escritor cinematográfico, además de trabajar como ensayista o crítica cinematográfica en portales; tuvo un breve lapso en la UNLP en 2022, y autogestiona sus proyectos, que iniciaron en documentales (Tal Como Fuimos, 2024) como también en la ficción de cortometrajes (Ruderis, 2025), siempre entre lo experimental y lo sensorial.