Sinopsis

Una familia coreana decide buscar nuevas posibilidades en Argentina y encuentra formas de duelar lo perdido en el camino: Lila, una adolescente coreana-argentina, aún no ha encontrado su lugar en el mundo. Mientras tanto, su padre, Antonio, llega a Latinoamérica dieciocho años antes como un joven en busca de nuevos horizontes, y decide apostarlo todo a la promesa de un sueño de joven inmigrante. Una épica generacional que vuelve al pasado para reinventar el presente.

Sobre su producción

Me cuesta mucho escribir este texto porque lo único que me sale decir de forma muy vergonzosa es “GRACIAS” a todas las personas que hicieron posible esta película. Escribí el primer tratamiento en 2017 y a partir de ahí arranqué el desarrollo del film. En 2019 se sumó el gigante de Juampa Miller. En un momento en donde encarar un largometraje como el mío parecía una odisea imposible: una película de coreanos pero filmada en Argentina. De época, o de un “no-tiempo”. Una locura. Una locura que muchos rechazaban y me hacían sentir muy sola en el mundo. Pero con Juampa ese pesar se disipó y juntos nos embarcamos en la búsqueda de formas de producir este proyecto, y el primer golpe de suerte fue quedar en La Fabrique de Cannes. En plena pandemia, nos embarcamos en un viaje inolvidable, en donde pudimos asegurar la co-producción con In Vivo Films. A partir de ahí, fue una cadena interminable de aplicación a fondos, entender y aprender que hay que fracasar un millón de veces antes de poder conseguir la manera de poder producir tu película. Ganamos fondos fundamentales, como el Aides du Cinema du Monde del CNC, el fondo regional de Aquitaine, el WCF Europe, y ya contábamos con el interés del INCAA. Perdimos otros que eran muy necesarios también. Algunas pérdidas me obligaron a reescribir el guión. Así que perder también me enseñó a escribir. Siento que ese proceso, que debo admitir fue muy doloroso, me llevó a un guion del que me siento muy orgullosa. No es perfecto, pero nombra un corazón que latía fuerte y que siguió creciendo a lo largo de todo el proceso de realización. En cada unx de las personas que trabajaron en la peli. Fueron muchos años, y los últimos muy duros: por el cambio de gobierno, tuvimos (tenemos) problemas con el INCAA y tuvimos que posponer el rodaje en cuatro oportunidades. Yo de a poco perdía las esperanzas. El 2024 fue un año decisivo, porque en junio se nos vencía el interés del INCAA, y si bien por las situaciones que afectan a nuestro Instituto de Cine no habíamos podido recibir ningún adelanto de subsidio, teníamos que arrancar de alguna forma. Era eso o perder los otros fondos y matar la película. En mayo, Juampa me arengó para que filmemos un inicio de rodaje. Y mi gran amiga y aliada, la directora de foto Vicky Pereda, me dijo: “Ceci, arranquemos por el final. Filmemos esas escenas con tus padres, demostremosles lo que podemos hacer”. Fue entonces que decidimos darle una vuelta al guion y, en vez de utilizar un archivo personal, decidimos filmar unas escenas que ahora me resultan vitales para la película. Todo gracias a que Juampa y Vicky me arengaron, porque no dejaron nunca de confiar en Hijo Mayor. A partir de ahí, fue una montaña rusa de intensidades: Juampa, que lo estaba arriesgando todo, tomó la decisión de darle luz verde al rodaje. Fue un acto de valentía que yo personalmente no vi tantas veces en mi vida. Fue un acto de fe y de amor, pero de un amor fundamental hacia el arte de hacer una película. Fue instalar una montaña en un desierto y crear un nuevo paisaje: la potencia del cine en su máximo esplendor. En noviembre filmamos por cuatro semanas, y luego la edición en el verano en la ciudad y la postproducción en Francia. En estos meses de pre, pro y post tantas personas le pusieron el cuerpo y el aliento a esta película que me resulta imposible incluso entender el por qué o cómo. Pero es algo que definitivamente veo plasmado en cada una de las imágenes y sonidos que componen Hijo Mayor. Fue realmente un trabajo colectivo, colaborativo, solidario. Fue una demostración de que aun en este presente existen actos humanos que nos reivindican, una total lección de humildad. Así que sólo puedo decir gracias a todxs lxs que hicieron esta película. No puedo nombrarlxs a todxs, pero ustedes ya saben. Producir cine es un acto de sacar el alma y estrujarla en una máquina de hacer chorizos. La elegancia es aprender a hacerlo sin romperte el alma. Y yo creo que en esta instancia salimos ganadores.

Sobre HIJO MAYOR

El tiempo, en Hijo Mayor, no es una línea recta, sino un caudal que fluye y nos envuelve. Cecilia Kang funde tres tiempos distintos en un solo movimiento, empleando el río como su silencioso y constante testigo. Esta no es solo una historia contada, sino una meditación visual, afectiva sobre el pasado, el presente y el futuro, entrelazados a través de la geografía del agua.

Esta inmersión convierte a la película en un relato íntimo sobre la memoria y la herencia cultural-familiar. Por un lado (sorpresa final) tenemos un presente evocador, una conversación bellamente sintetizada en una silla de playa habitada por viejos álbumes de fotos. Por otro, asoma un presente alternativo, juguetón, tierno y fugaz, que se manifiesta en una hija que acompaña a su papá a pescar (“¡Mirá cómo creció, muy canchera, ehhh!”, comentan los amigos del padre como si no estuviera ahí presente). Finalmente, emerge un pasado antiguo, incierto, turbio y urgente, concentrado en un joven que se sumerge en el río después de una noche de borrachera, tristeza y trompadas.

El corazón de la película late en el contrapunto de sus personajes centrales. De un lado, la hermosa Lisa, con sus cabellos rosados y los brazos alzándose frente al río, saboreando una incipiente fortaleza y el duelo de un pasado que logra superar. Del otro, su vitalidad se cruza con el drama de Tony, el galante joven (con aires del mismísimo Leung en 2046 de WKW) que se sumerge en otro río y en otro tiempo; él va en línea recta hacia ser devorado por anhelos, miedos e imperativos que lo condenan a la soledad del deber ser fuerte. Este cruce de destinos, uno que renace y otro que se ahoga, es el motor emocional de la historia. 

Se nos invita a explorar simultaneidades y contradicciones, diferencias de edad y género: uniendo personajes argentinos, paraguayos y coreanos. El latido de esta historia es táctil y existencial a la vez. La presencia cálida y festiva de la música y la paleta de colores dorados y pasteles funcionan como una tonalidad afectiva que nos da espacio para respirar sus complejos paisajes. Desde un revelador despertar en un río con pirañas hasta una conversación sobre las lágrimas, el cine aquí nos recuerda que la memoria es un sentido poroso, donde el dolor y la sonrisa afloran juntos. 

El uso de la simultaneidad y la interrupción en el montaje es, en última instancia, una confirmación de nuestra existencia relativa y efímera. Más que un truco de guion, los saltos temporales son el vehículo que utiliza esta preciosa película para acercarnos a crisis vitales que nos impulsan. No se trata de mirar las viejas fotos para que el pasado nos hable, sino de cómo miramos nosotrxs el pasado, qué le decimos y qué responsabilidad asumimos con el presente que gozamos.

FERNANDA ALARCÓN

Ficha técnica

CP Tarea Fina (Argentina), In Vivo Films (Francia)
Dir G Cecilia Kang
P Juan Pablo Miller (Tarea Fina) Louise Bellicaud y Claire Charles-Gervais (In Vivo Films)
M Lorena Moriconi
DF Victoria Pereda
DS Francisco Pedemonte
DA Lucas Koziarski
AD Federico Rodríguez Seveso
V
Florencia Gabelli y Lucía Gasconi
E Kim Chang Sung, Suh Sang Bin, Anita B Queen, Yon Chul Jung

BIO

Cecilia Kang es de Buenos Aires. Con Hijo Mayor, su primer largometraje de ficción, ganó el premio a la Mejor Directora Emergente en el Concorso Cineasti del Presente del Festival Internacional de Cine de Locarno (2025). Realiza proyectos que interrogan la dualidad cultural que ella misma vive como argentina-coreana, como los documentales Mi último fracaso (BAFICI 2016) y Partió de mí un barco llevándome (2023), ganadora del Premio Especial del Jurado y el Premio del Público en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

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